viernes, 10 de abril de 2009

Bigurra... ¡Gol!

Victoria se complicó solo pero Horacio Bigurrarena con cuatro goles selló el triunfo que, además, le dio la clasificación a las semifinales. Claro culminó su primera temporada en la liga oficial con 15 puntos en trece presentaciones.


Mientras algunas gotas asomaban por la ruta 3, llegábamos al escenario del barrio YPF. Mucho frío, fuertes ráfagas de viento, pero se tenía que jugar, sobre todo porque el calendario es estrecho y no permite margen de error. En este contexto el colegiado Enrique Stróngoli daba comienzo al primer partido de la jornada. El primer grito de gol llegaba tempranito, a los cuatro minutos para ser más exactos: semi-volea en el área chica de Horacio Bigurrarena, luego de un mal rechazo en la defensa albiroja. Claro no sabía aprovechar el viento a favor y tampoco dominaba las acciones, aunque sí ejercía presión en campo contrario. El fondo azulgrana daba muchas ventajas, y a los trece minutos Lucas Sielas, luego de un error garrafal en el área, le permitiría a Damian García declarar el empate. Un empate justo si repasábamos las acciones del partido, Victoria tenía la pelota pero no cruzaba el mediocampo. Pocas situaciones de gol y pelotas paradas desaprovechadas enmarcaban un cotejo poco atractivo. Sin embargo, Horacio, el menor de los hermanos Bigurrarena, luego de un buen desborde por derecha con posterior diagonal hacia el centro y tiro cruzado le daría a los dirigidos por Roberto Sielas el triunfo parcial, por 2 a 1. Pasaba el sofocón en el banco visitante y de esta manera concluía el primer tiempo.

A partir de la segunda mitad la historia sería otra. La chancha García y el vasco Bigurrarena creaban situaciones que complicaban la defensa local. A los cuatro minutos, un buen saque del experimentado Elvis Saldaña derivaría en el posterior gol de Bigurrarena tras una buena definición frente a Alan Ceballos. El artillero de Victoria marcaba el 3-1 que anticipaba una mentirosa goleada. Mentirosa porque Claro reaccionaría a los diecisiete minutos, tras una dudosa jugada que terminaría en gol de Dardo Buintieri (¿Falta sobre Saldaña?). Al instante, el arquero tomaría del cuello a un rival y se retiraría (bien) expulsado. El técnico Roberto Sielas, casi en forma obligatoria, manda a Fabian Rosso en lugar de Hilario Cabral. El conjunto de la Agencia Rivadavia llegaría al empate con otro gol de Damián García, ante una defensa distraída y con muchos espacios. El empate no conformaba al azulgrana, no era negocio. A los 39 minutos, Eduardo Nuñez ejecutaría un córner que luego despejaría sobre la línea un defensor albirojo. Cuando el reloj marcaba los cuarenta y cinco reglamentarios, aparecería nuevamente Horacio Bigurrarena, la figura del encuentro, para definir luego de una buena habilitación brindada por Lucas Sielas. Grito de gol interminable, ese grito que se hizo esperar durante noventa y pico de minutos para retumbar en los corazones de Victoria. Ese grito que será recordado porque el azulgrana ya está entre los cuatro mejores equipos del torneo.

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