El equipo dirigido por Santiago Rapalín, goleó por 3 a 0 a los Cuervos del Fin del Mundo de Ushuaia y pasó a la tercera fase del torneo del Interior. En dicha instancia se medirá con Defensores de la Ribera que dejó en el camino a Estrella del Sur.
Fotos y texto: Gentileza Prensa Libre.
Tenía que ganar y así lo hizo, Boca lo ganó con el corazón, pero también con su preparación física, esa que ya más de una vez plasmo ante rivales que terminaban los partidos rendidos ante la potencia física del conjunto de nuestra ciudad.
Primer tiempo complicado
Boca salió a la cancha con un planteo sumamente ofensivo, con 3 hombres en defensa y tres puntas bien definidos. Pero dicha formación le dio mas de un dolor de cabezas a Rapalín en los primeros minutos, porque boca atacaba con mucha gente, pero se descuidaba en el fondo y casi lo paga muy caro. A los 5 minutos nomás, Eduardo Martínez, le tapó un cabezazo a quemarropa de Zenter que envió al corner. Luego antes de los 10 de la primera parte, otra vez el portero local le tapó un mano a mano a Llama, cuando parecía que la valla estaba vencida. Luego el partido entró en una meseta , Boca no lograba generar peligro y los Cuervos se conformaban con la igualdad y esperaban golpear vía contragolpe. A los 12 del primer tiempo, en una jugada aislada, hubo un claro penal sobre Leandro Fernández que el árbitro Herrero ignoró.
Luego de esa jugada, a Boca le costó horrores llegar hasta el arco del conjunto visitante y los Cuervos trataron de sacar provecho de ese desconcierto del local, pero tampoco se mostraba ambicioso.
A los 33 del primer tiempo otra vez de manera brillante Eduardo , el “Bocon” Martínez, le tapo un mano a mano a Soto cuando parecía que caía su valla. Esa tapada de Martínez , despabiló a los locales. Boca por primera vez en el primer tiempo entendió como debía jugar, tras una muy buena jugada colectiva, el árbitro cobró una infracción, de allí llegó el tiro libre magistralmente ejecutado por Leandro Fernandez y ahí apareció el cabezazo goleador de Ariel D'augero para poner a Boca arriba 1 a 0 y al descanso.
Apareció el equipo
Desde el inicio del complemento, Boca se llevó por delante al equipo fueguino. A los 5 minutos del complemento, una gran corrida de Quiroga terminó con un gran cabezazo de D’augero que reventó el travesaño. Pero los Cuervos ya no tenía la resistencia del primer tiempo y Boca aprovechó ese plus que tan buenos dividendos le a dado en los últimos tiempos, que es su gran estado físico, y se llevó por delante a su rival. A los 12 minutos el juez del partido cobró penal para Boca por una mano en el área de los Cuervos. D’augero, tomó la pelota y se hizo cargo de la situación, pero su disparo fue rechazado con los pies por el arquero Ortega y así le ahogo el grito a los de nuestra ciudad.
El que busca encuentra
A pesar del penal fallado, Boca siguió yendo al frente y teniendo muchas chances para liquidar la serie a su favor, lo tuvo Quiroga a los 20, pero su cabezazo fue rechazado por el travesaño. No obstante el local siguió siendo sumamente superior a su rival que a esta altura del partido sólo trataba de que pasaran los minutos para tratar de llegar a los penales. Pero Boca siguió yendo y de tanto buscarlo, lo encontró. A los 29 minutos del complemento, el recién ingresado Carlos Rodríguez definió bárbaro ante la salida del golero Ortega y puso el 2-0 que tanto buscó y merecía el conjunto de nuestra ciudad.
Una vez logrado el segundo tanto, Boca se serenó e hizo lo que tan bien sabe hacer que es hacer rotar el balón y buscar las proyecciones de sus volantes para asistir a sus bombarderos.
Golazo y a cobrar
Era todo de Boca, pero necesitaba un gol más para quedarse tranquilo y liquidar el pleito y así fue, a los 36 del complemento y luego de una gran habilitación de Leonardo Fernández, el salteño Flavio Márquez , definió magistralmente ante la salida desesperada del arquero visitante. El tiempo que quedó sólo sirvio para que Boca se floree ante un rival que ya había tirado la toalla hacia un buen rato. Con el pitazo final, llegó el desahogo y el festejo, que encontró a todo el plantel y cuerpo técnico unidos en un emotivo abrazo. Ganó, gustó de a ratos y goleó, que más se le puede pedir a un equipo. Este Boca de Río Gallegos conducido por Rapalín volvió a dejar la imagen de un equipo sólido, que ya se metió entre los 32 mejores equipos del torneo del Interior y sigue soñando con el tan ansiado ascenso al torneo Argentino B. Sueñen muchachos que con trabajo y buen futbol todo es posible.
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